Arasanz Garcia

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Rozando Argelia.

Aduanas, autopistas y final feliz en Fez.

Escrito por Javier (Navegante), fechado el 12 de noviembre de 2022.

Prestos a embarcar.Madrugada húmeda en Algeciras, temprano, antes de las primeras luces el alba, estábamos cargando las motos para después tomar un desayuno y encarar las vicisitudes de las aduanas, siempre inciertas. Entre un mar de luces y en un convoy, íbamos las 104 motos del evento de este año escoltados por los vehículos de la organización, las motos cargadas con todo el equipaje, ya que debíamos llevarlo nosotros hasta el hotel, el servicio de equipajes de la organización no funcionaba este día, podrían haberlo puesto justo después de pasar la aduana, para que fuéramos mas ligeros, pero no fue así. Pusimos dirección al puerto y entramos en las instalaciones portuarias para detenernos, después de la verificación de los correspondientes billetes, ante el mastodonte de hierro que nos cruzaría desde España a Marruecos, salvando los 12 km que distan los dos continentes en este estrecho de Tarifa... por mucho que llamen de Gibraltar, realmente es en Tarifa, donde la distancia forma el estrecho, nota para los geógrafos.

En plena travesía.Entramos de forma ordenada a la bodega de carga y allí nos esperaban los estibadores para colocar las motos de forma adecuada. Dejamos las motos en la panza del barco, por cierto, llevé un cable de acero y un candad de pinza de freno y dejamos los cascos de Rodrigo, Nicasio y el mio, atados a Ligera. De esta forma no tendríamos que acarrear los cascos por todo el barco.

Con cierta premura, buscamos las cabinas para los primeros tramites de pasaporte y vehículos, allí hicimos espera de nuestro turno para tener el papeleo pronto. Efectivamente, apenas salio el barco del puerto de Algeciras y ya estábamos libres del mismo, ahora solo quedaba disfrutar de la hora y poco de trayecto marítimo. Con más sorpresa que cansancio, en apenas una hora estábamos al otro lado de la aduana, habíamos desembarcado y pasado la frontera. Ya estábamos en Marruecos, serian apenas las 11:30 cuando después de cambiar algunos euros por dirham, partimos Alberto, Marco, Nicasio, Rodrigo y yo, siguiendo el track hacia Fez.

Primeros kilómetros.Salimos a la Autopista y en breve pasamos Tanger. Pusimos rumbo a Larache y allí nos sorprendió la desembocadura del Lucus (Loukuus) con su enorme delta. Entramos en una fértil zona de la costa Atlántica de Marruecos, kilómetros de invernaderos, plátanos, fresas, frutales, se escondían tras los plásticos y rodeaban la autopista por ambos lados. De tarde en tarde, el mar, azul acerado, asomaba tras el horizonte.

Cometí la torpeza de no revisar el color del track y este se confundía con el de la autopista que seguíamos, de esta guisa, sobrevino el error: en vez de tomar la salida de la N-1, dirección Alcazarquivir, seguimos por la Autopista 70 Km más al sur hasta que en una gasolinera al parar a repostar, decidimos salir y tomar camino de Fez, ya más directos.

En la gasolinera de "Afriquia", tuvimos un percance, más bien un pequeño susto, Nicasio al repostar, después de dejar la manguera en su posición en el surtidor, partía hacia el control de presión, donde esperábamos revisando los neumáticos de Rodrigo, la manguera del surtidor se engancho en su pie y al intentar quitársela se engancho en la estribera, dando con Nicasio en el suelo, suerte es que no salio gasolina, ya que el boquerel se desprendió de la manguera. Moraleja, en Marruecos si no te caes te tiran.

Secuencia caida con manguera.
Nada más salir de la gasolinera encontramos la salida que habíamos hablado, dejamos pues la autopista de peaje A-5, para salir a la P-4234, tomando enseguida un desvío hacia la P-4205.

Rumbo a Fez.Ahora sí, ya estábamos en Marruecos, la carretera mordida por la intemperie, pasaba de casa en casa, entre calles sin asfaltar y de dudoso trazado, mientras que carromatos tirados por burros, ciclistas peatones y animales surgían de repente. La carretera se mezclaba con las calles y aparecían caminos y baches con la misma profusión, casi sin darte cuenta, pasabas de un huerto a una casa, de ésta a un cauce y a otra casa. Fue divertida la corta aventura, que tras pasar por el rio Sebú, acababa en la postrimerías de Kenitra para tomar la N-4, en dirección Fez.

Cerca ya de la Ciudad Imperial, nos fundimos con la N-6, para terminar en el hotel, en el que ya esperaban nuestra llegada. Serian las 6:30 de la tarde y tras una caótica espera para le gestión de la recepción en el hotel, pudimos al fin llegar a nuestras habitaciones. La presentación de la jornada siguiente y la cena del día, nos reuniría a todos a las 20 horas. Después de una agradable charla, nos despedimos para descansar, mas de la tensión de pasar las aduanas que del cansancio mismo del día en moto.

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