Rozando Argelia.
De Madrid a Algeciras. Por fin en ruta.
Escrito por Javier (Navegante), fechado el 10 de noviembre de 2022.
Aunque el evento daba comienzo el viernes 11 de noviembre de 2022, es decir el 11 del 11 del 22, atended que la suma de los meses y del día corresponden a las dos ultimas cifras del año en curso,¿Curioso no?, me puse en marcha un día antes, contaba con algunas horas de más y tenia la intención de poder visitar a mis queridos primos de Algeciras. Ya sabia que no podía ser con todos, pero no me quedaría sin ver a alguno de ellos. Los añoro demasiado para no aprovechar este momento.
Sin más dilación, salí en la mañana del jueves 10 de noviembre, sobre las 12 de la mañana. Por cierto una fresca mañana pero de cielos rasos y despejados, un buen día de moto. Allí fuimos Ligera y yo en pos de los llanos de La Mancha, llena de molinos de enormes brazos, secos rastrojos y rectas de distancias casi infinitas. El baúl y una bolsa de hule sobre el asiento eran mi único equipaje, más de lo necesario siempre, cuando empiezas a pensar en por si acaso.... llenas todas las maletas y bártulos de esos "acasos" que nunca necesitas. Que la vamos a hacer, somos humanos... "errare humanum est".
Acometía los primeros cerros de Despeñaperros y me asaltaba la duda de si coger la carretera antigua, la N-IV, o seguir por la autovía nueva. Al final, con la intención de llegar pronto al destino, decidí dejar la diversión de las curvas de la nacional y seguir por el trazado aburrido y menos sinuoso de la autovía. Metidos en Andalucía, viré en dirección Granada y los cambios de rasante y las curvas amplias de la autovía me ayudaban a vencer el sopor que surge del aburrimiento. Para preservar los tacos de las TKC-80 que llevaba montadas en Ligera, iba a velocidades por debajo de las legales, esperando no desgastarlas mucho para llegar a Marruecos con ellas en perfecto estado para las pistas, en donde si que necesitaría de su tracción.
De Granada baje a Málaga, donde encamine a Ligera a los peajes que me llevarían a La Alcaidesa, justo antes del desvío de La Linea. Ya estaba en la bahía de Algeciras, el peñón, la refinería, la Acerinox.... Eran ya elementos del paisaje por mi muy conocido. Justo antes de entrar en la ciudad, reposte para dejar el deposito lleno para la salida hacia Marruecos el sábado 12, no tenia intención de "mover" a Ligera hasta entonces.
Después de hacer el registro en el hotel Reina Cristina y una reconfortante ducha, me puse en contacto con mi hermano Jorge, que casualmente estaba en Algeciras, y pude cenar con ellos. Acompañado de Julia y Jorge, nos metimos en los callejones que unen las calles Sevilla, la calle Ancha y La de Alfonso XI. Unos garbanzos con sepia que me maravillaron, junto con otras "delicatesen", hicieron de la velada una "gastrosalida" de primera linea y por sorpresa. Me encantó comprobar que esta zona había vuelto a tener el ambiente que antaño, cuando era joven y veraneaba en la ciudad, junto con el Barrio de San Isidro eran las delicias de los adolescentes y jóvenes, fué muy agradable el encuentro, la cena y el ambiente.