Arasanz Garcia

ArasanzGarcía

Rozando Argelia.

La cuesta de la muerte, lenguas de arena y levantamiento de motos, mucho ejercicio.

Escrito por Javier (Navegante), fechado el 14 de noviembre de 2022.

En pista con lenguas de arena.Hamadas.Serian las 8:16 de una mañana agradable en Erfoud, cuando después de ataviar las motos y calzarnos los "archiperres" de motorista, abandonábamos el hotel de Xaluca en dirección a un día típico de desierto. Salíamos del hotel en dirección a Meski, hicimos un alto en la gasolinera para revisar las presiones de las motos, algo que siempre trae de cabeza a todos, en mi caso, la verdad, como no voy deprisa ni quiero llegar el primero, bajo un poco ambas ruedas de presión, para tener un poco mas de contacto en arena y que haya suficiente agarre en carretera y en pistas duras o piedras. Suelo dejar las ruedas en 2,2 delante, en vez de los 2,5 que marca la casa, y 2,4 detrás, ya que al tener mas aire y mas flancos, puedo bajar de los 2,9 sin problemas. Esto me permite hacer todo el viaje de Marruecos sin tener que cambiar las presiones, llevo haciéndolo desde el primer viaje y me ha ido bien. En este tema hay tantas opiniones como personas, así que no hay que volverse loco.
Partimos de la gasolinera para en poco kilómetros entrar en una pista a derechas, el roadbook ya me estaba haciendo de las suyas y en este trayecto de apenas 6 km ya me había marcado 39 en un punto de la carretera. Mal empezábamos, debería de haber pedido el rollo de papel.

Entramos en la pista, mas bien dura, de buen firme y con algo de arena en puntos aislados, arena que por otra parte se pasaba bien al estar muy dura la parte inferior. Íbamos ascendiendo por pendientes  muy suaves, tomando dirección este primero, para virar al sur después. En el horizonte se divisaban colleras de montañas con planicies en su cima y hacia allí nos dirigíamos, el camino se empezó a llenar de piedras en los laterales y legamos a los 903 metros, en este punto un vehículo de la organización se distinguía desde la distancia. Paramos a saludar y Daniel, uno de los médicos del evento, que nos recibió con su habitual cortesía, por la ladera por la que habíamos de bajar nosotros ascendía con caminar pesaroso Johnny, venia de una reparación "in situ". Partimos del CP, Nicasio, Josean, yo y Rodrigo, en este orden, perdonar que no me mencione el último, íbamos a acometer la "cuesta de la muerte", y desde el sitio donde nos encontrábamos no parecía tan "cuesta". Nicasio y Josean tomaron delantera y mientras seguíamos bajando saludé a Johnny en su ascensión. La cuesta empezaba a ponerse mas abrupta cuando de lejos apareció Josean andando en medio de una curva a derechas casi ciega, se había caído en la misma curva, por suerte yo iba a mucha distancia suya y pude parar con mucho tiempo, detrás de mi, Rodrigo también paró y fuimos en su ayuda.

Control de paso.Cuesta de la muerte.

La cuestecita tenia "bemoles", en mitad de la curva hay un pequeño escalón, en donde se había quedado cruzada de lateral la moto de Josean, nos empleamos los tres en levantarla con cuidado, ya que podía rodar cuesta abajo si nos pasábamos de angulo de inclinación al levantarla. Estuvimos un rato para poder maniobrar en la cuesta con la moto y dejarla unos metros más abajo para que subiera Josean y pudiera descender hacia el llano donde esperaba Nicasio a un lado del camino.
Con las fuerzas aun pendientes de recuperar, ascendíamos Rodrigo y yo la cuesta para llegar a nuestras monturas que habían quedado atrás, en un "falso llano" de la misma. Una vez a su altura, descansamos unos minutos y nos dispusimos a bajar, al arrancar la moto y salir cuesta abajo, aún casi sin velocidad ni inercia, una piedra en el camino fue a empujarme de lado y me falto apoyo en el pie para sujetar la moto y allá fuimos Ligera y yo al lecho del camino, una caída por falta de inercia, algunos le llaman "vuelco" para no reconocer que se han caído. Levantamos la moto entre los dos y volví a subirme a Ligera, esta vez acometimos la bajada sin mas problemas y mientras descendimos pude observar las laderas de piedras de múltiples tamaños que cubrían las cuesta que rodeaban el inclinado camino. Ya en el llano, reunidos los cuatro, hicimos un pequeño alto para hidratarnos y comprobar que estábamos todos bien.

Más pistas.Aldeas en el desierto.El camino serpenteaba entre montañas y en ligero descenso, seguíamos los costillares de roca por entre los cuales se habían ido haciendo los caminos y senderos que transitábamos o nos cruzábamos. Apenas habíamos recorrido unos 36 km desde el inicio del día y unos 16 desde la cuesta y dábamos de bruces con al carretera de Erfoud a Merzouga. Eran las 11:25 cuando tomábamos la carretera en dirección a las dunas, con una altitud de 780 metros.

Una breve andadura por lo negro y otra salida a pistas. A las 11:30 tomábamos una pista a izquierda y paramos cerca del desvío para hacer unas fotos y de paso repostar nuestros cuerpos con agua. La pista parecía bastante bien y acometíamos los primeros cientos de metros con ilusión, se avanzaba entre cruces de caminos y con la vista puesta en el horizonte, en el que a lo lejos se divisaban motos en grupo, unas paradas y otras andando. Apenas 6 Km cuando tomamos un carril a la derecha, nada mas girar un compañero con el pie desnudo, una caída y esquince. Había varios motoristas con él, así que parar no tenia mucho sentido, era mejor seguir y no bloquear el tránsito.

Apenas unos cien metros mas adelante comenzaban lo que serian trampas de arena permanentes, cada dos por tres aparecían lenguas de arena, bien de 2 o 3 metros bien de 50 a 60 metros. Estaba ya muy tierna la arena, entre la temperatura templada del día y el paso de motos y otros vehículos, la arena, suelta, te atrapaba con sus largos y finos tentáculos, haciendo que las motos se encallaran hasta media rueda. Las primeras lenguas de arena, cortas, las pude pasar en pie, tercera y culo atrás, pero cuando empezaron a ser más largas, la poca pericia me hacia pasarlas gateando. En la primera lengua larga, había varias motos desperdigadas, fuera pista, buscando pasar aquel infierno para motos de tanto "tonelaje", en este tramo había muchas motos caídas y ayudábamos a los riders a levantarlas del inestable suelo. A veces parecían arenas movedizas, hasta las botas se hundían mas allá de la suela. A unos metros, Josean tuvo una caída bastante aparatosa y fuimos Rodrigo y yo en su auxilio, había volcado por orejas, pero la suerte quiso que Josean saltara de lado y sin consecuencias, los tres fuimos a levantar la "adventure", pero el parabrisas estaba en el suelo, con los soportes rotos. Amarramos el parabrisas a la bolsa trasera de Josean y después de tomar un ligero descanso, fuimos enpujándole hasta que pudo tomar inercia para salir de la trampa que la lengua de arena nos había deparado. Rodrigo me ayudo a salir y pude continuar hasta el fin de la lengua de arena, donde ya esperaban Nicasio y Josean. Paré y me dirigía a ayudar a Rodrigo, pero este sin ayuda ya salia de aquella lengua "maldita". Estábamos parados, yo con una salvada de una caída que aún comentábamos con Gorka, que había visto como me encaminaba hacia él con la moto encabritada y que al fin quedo todo en un susto y una "salvada" para contar, en estas estábamos cuando paso la ambulancia a socorrer a un rider que había tomado un fuera pista y se había metido en una especie de gargajera que había en la lengua de arena, salto por encima y rotura de clavícula. Con una mala sensación, por el compañero lastimado, seguimos camino esperando que mejorase, tanto el camino como, sobre todo el compañero.

Grupo de amigos.Entre dunas.No hacían mas que aparecer lenguas de arena, estas mas cortas que la pasada y parecía que el camino se despejaba de los largos arenales, íbamos fuera pista, siguiendo paralelos al camino, para evitar la arena removida, cuando nos enfrentamos a un tramo de "trial" con arena, piedras, surcos profundos generado por las lluvias lejanas y matojos del desierto. Con decisión pasamos cada uno por su trazada, pero después de ver lo que habíamos tenido que hacer, volvimos a la pista, que de momento tierna, permitía el avance, aunque lento. De lejos se podían avistar pequeñas dunas que flanqueaban el camino por donde avanzamos lentamente, era bonito el paisaje, entre las dunas y la compañía, la mañana empezaba a mejorar.

Como siempre, las cosas no son lo que parecen y de pronto en la linea del horizonte se perfilaba la silueta de un "jeep", avanzamos hacia el y al llegar... el desastre. Enormes dunas cercaban la pista, que atravesaba estas en un sinuoso y profundo trazado, paramos para ver la dantesca imagen que nos presentaba este difícil compromiso, motos desperdigadas, unas en pie otras acostadas, otras sacando nubes de arena empujadas por varios riders, algunas estaban de pie sin pata ni caballete, hundidas hasta el cardan, se mantenían solas mientras los riders iban y venían de una moto a otra. Habíamos avanzado 4 kilómetros en apenas 30 minutos desde aquella curva en el camino y eran las 12:22 de la mañana. De la organización, a diferencia de otros años en los que en las zonas difíciles se agolpaban los compañeros del Staf para echarnos una mano, solo estaban los reporteros, que la verdad sea dicha, habían elegido el mejor sitio para hacer su trabajo, los resultados serian espectaculares. Hablando con ellos nos dijeron que había una camino que salia a la carretera, pero sin tener que dar la vuelta por donde habíamos venido, era solo retroceder unos 600 metros y en vez de seguir rectos, tomar un desvío hacia la izquierda, en busca de la carretera. Estuvimos valorando pasar las motos de a una empujando los cuatro, pero la verdad es que llevábamos ya levantadas un veintena de motos, curiosamente ni Rodrigo ni Nicasio ni yo habíamos caído en los arenales. Decidimos dar media vuelta y seguir a Merzouga por carretera, así que los reporteros nos hicieron de guía y detrás fuimos los cuatro amigos en busca de nuestro "dorado" que en este caso era el oscuro y duro asfalto que tanto añorábamos en este momento, al menos yo. Tuvimos que pasar dos lenguas de arena, cortas, y a buen ritmo llegamos a la carretera después de recorrer 7 Km en apenas 20 minutos, unos 21 Km/h contando el tiempo en pasar las dos lenguas de arena, en una de ellas paramos a ayudar a Nicasio, que se atascó.

Salimos a la carretera por el mismo sitio por donde habíamos entrado y pusimos rumo a Merzouga, llegando casi a la población, a la izquierda vimos las "plumas" de un CP, entramos en el camino y en apenas 10 metros estaba el sellado de esta etapa. Con el sello puesto y con hambre en nuestras entrañas, partimos dirección a las grandes dunas. Unos 2 Km más adelante, entramos en una pista ancha y muy transitada que llevaba a los pies mismo de los enormes arenales. Allí paramos a hacernos unas fotos con el fondo de aquellos gigantes de tostada, fina y tierna arena.

Salimos de nuevo a la carretera y pusimos dirección al centro de la población. Pasamos por entre callejas y llegamos a un aparcamiento, cerca de la Gran Duna, a los pies del enorme Albergue Kasbah Merzouga, unas fotos y como siempre, me deje "asesorar" por un paisano que nos acompaño a un restaurante donde pudimos compartir unos tajines y unas brochetas entre los cuatro, eran las 14:14 minutos cuando nos sentábamos a la mesa, buena hora para comer en una inmejorable compañía.

En la Gran Duna.

Habíamos decidido no hacer la ruta de la tarde por "lo marrón", así que, después de comer, dimos un paseo en moto hasta el hotel, al que llegamos a las 16:30 horas. Cada uno partió hacia su "cubiculo" y mas tarde salí a revisar a Ligera, aún con luz de día. Seria ya por la noche cuando nos reunimos todos los riders para la charla vespertina. El día siguiente se presentaba con lenguas de arena y mas de 120 Km de pista, era tiempo de pensar que haríamos mañana y consultarlo con la almohada.

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